martes, 20 de diciembre de 2016

"Jugadores"

Me pregunto si en su lugar, yo sería capaz de hacer las mismas jugadas. O simplemente me retiraría. 

"Ultimas palabras"

- Sabes, no pensé que todavía estuvieras aquí.
- Por qué viniste?
- Supongo que quería saber si podía recordar lo que sentía.


lunes, 26 de noviembre de 2012

"Showgirls"

Botas negras charoladas. Pelo pajoso y rubio, como un mapache. Ropa interior de segunda y porta ligas. Delgada. Hermosa. Se aferra al caño como si el mundo fuera a acabarse en este mismo instante. Pasaron veinticinco minutos del último whiskey. Le arrojo un billete de $20. Ella baila para mí. Es un sueño. La música suena salvaje. Las luces tenues. Cierro los ojos. Sonrío… Me enamoro. 

jueves, 26 de julio de 2012

"27 de Julio"


Revisando los bolsillos de mi jean encontré dos monedas, un boleto de tren vencido y un papel escrito que decía: A veces los buenos ganan.

jueves, 19 de julio de 2012

“Sleepy Eyes”


Me dijeron que no debía enamorarme de Sleepy Eyes, pero no pude evitarlo. Nunca hice caso de los consejos y termine pagando el precio. La vi por primera vez en la puerta del hospicio. Era voluntaria. Trabajaba los sábados por la tarde. Yo era empleado de mantenimiento. Nunca pude olvidar esa mirada. Los ojos soñolientos eran toda una invitación. Me dijeron que solo tenía que hacer mi trabajo y que debía olvidarme del asunto. El corazón de Sleepy Eyes le pertenecía al tipo que la había abandonado. Yo jamás me dejé llevar por los consejos…







viernes, 2 de marzo de 2012

Sobre la muerte


La muerte y la diarrea llegan siempre sin avisar. Nos sorprenden cuando estamos en lo mejor. Estoy seguro que muchos de nosotros preferimos a la primera. 

La vida


Muchas personas se pasan la existencia tratando de encontrar las respuestas sobre la vida y los falsos gurús se llenan la boca con palabras y sus bolsillos con monedas. Todos creen saber de dónde venimos y hacia dónde vamos, pero es mentira. Solo yo sé muy bien a dónde vamos. Nos vamos a la mierda! Nos vamos al olvido. Nos vamos al silencio eterno del cajón, arropados con paladas de tierra húmeda y sucia. Nos vamos al dolor de los que no se pueden quejar. Nos vamos a donde nadie más viene a visitarnos y a donde ni siquiera la tenue brisa de la tarde nos alegra con sus caricias.