Botas negras
charoladas. Pelo pajoso y rubio, como un mapache. Ropa interior de segunda y
porta ligas. Delgada. Hermosa. Se aferra al caño como si el mundo fuera a
acabarse en este mismo instante. Pasaron veinticinco minutos del último
whiskey. Le arrojo un billete de $20. Ella baila para mí. Es un sueño. La
música suena salvaje. Las luces tenues. Cierro los ojos. Sonrío… Me
enamoro.